Solicitar un préstamo puede ser una excelente manera de financiar grandes compras, consolidar deudas o cubrir gastos inesperados. Sin embargo, muchos prestatarios cometen errores que pueden costarles dinero o dificultar la aprobación del préstamo. Aquí te mostramos los errores más comunes y cómo evitarlos.
Uno de los errores más frecuentes es no revisar el puntaje de crédito antes de aplicar. Los prestamistas usan este puntaje para evaluar la solvencia del solicitante. Un puntaje bajo puede significar tasas de interés más altas o incluso el rechazo de la solicitud. Antes de pedir un préstamo, es recomendable verificar el informe crediticio, corregir errores y mejorar la puntuación pagando deudas pendientes.
Otro error es no comparar diferentes opciones de préstamos. Muchas personas aceptan la primera oferta sin revisar otras alternativas. Comparar tasas de interés, plazos y condiciones entre varios prestamistas puede ayudarte a encontrar la mejor opción y ahorrar dinero en intereses y tarifas ocultas.
Además, algunos prestatarios solicitan más dinero del que realmente necesitan. Aunque puede ser tentador pedir un monto mayor para tener liquidez adicional, esto puede aumentar la deuda y dificultar el pago. Es importante calcular con precisión la cantidad necesaria y solicitar solo lo indispensable.
No leer los términos y condiciones del préstamo es otro error común. Algunas personas firman sin revisar los detalles, lo que puede llevar a costos inesperados como penalizaciones por pago anticipado, tarifas administrativas o tasas de interés variables. Antes de firmar, es crucial leer la letra pequeña y aclarar cualquier duda con el prestamista.
Finalmente, solicitar múltiples préstamos en un corto período puede afectar negativamente el puntaje de crédito. Cada solicitud genera una consulta en el informe crediticio, lo que puede hacer que los prestamistas vean al solicitante como un riesgo. Para evitar esto, es recomendable investigar y elegir la mejor opción antes de aplicar.